Ismael Arroyo emprendió la plantación de viñedo en Sotillo de la Ribera cuando otras personas lo arrancaban, entonces la gente se sorprendía y decían que era una locura lo que estaba haciendo.
La bodega posee 25 hectáreas de viñedo en propiedad, plantadas únicamente con la variedad de uva Tinta del País, también compramos uva siempre a los mismos viticultores de Sotillo de la Ribera que con su buen hacer cuidan sus viñedos para recoger una uva de calidad excepcional.
Estos viñedos alcanzan una media de edad de 50 años, (algunos tienen hasta 90)
Los viñedos están plantados en laderas bien aireadas y soleadas, en suelos con formación arcillosa-calcárea, areniscas y pedregosos.
Las cepas desarrollan su crecimiento de forma natural, respetando el medio ambiente, sin riegos por goteo ni fertilizantes químicos.
La poda se realiza manualmente con tijeras, las cepas son formadas en el sistema tradicional de poda en vaso, podando rigurosamente las cepas. Este es el mejor sistema de poda para la cepa ya que no la hace sufrir y la planta aguanta una vida más larga.
Estas privilegiadas tierras y una naturaleza sorprendente en esta zona de Burgos nos ofrecen una calidad de uva inigualable.
La vendimia en Bodegas Ismael Arroyo
La vendimia empieza cuando la uva se encuentra en su momento óptimo de maduración, generalmente la primera quincena de Octubre, aunque ha habido años que se ha realizado en Septiembre.
La uva es recogida a mano y en pequeños canastos, seleccionándola en el propio viñedo.
Durante la vendimia, el trayecto de la uva a la bodega es muy corto, ya que toda la uva procede del término de Sotillo de la Ribera. Así la uva llega en perfectas condiciones para iniciar su proceso de elaboración en la bodega.
Las uvas son recepcionadas en una pequeña tolva que las lleva a la despalilladora, aquí los granos son separados y enviados enteros a los depósitos de acero inoxidable, donde se llevará a cabo la fermentación, proceso durante el cual el azúcar de la fruta se transformará en alcohol.
La fermentación comienza de forma espontánea, gracias a las levaduras naturales que existen en la piel de las uvas, y suele durar entre 7 y 15 días.