1979-2019: 40 aniversario de Bodegas Ismael Arroyo-ValSotillo

En 1979 Ismael Arroyo junto con su esposa e hijos, descendientes de viticultores desde varias generaciones, creamos Bodegas Ismael Arroyo-Valsotillo. Continuamos así la tradición de los abuelos y bisabuelos. Impulsores de la DO Ribera del Duero, hoy en día nuestros vinos y nuestra bodega subterránea del siglo XVI atraen a visitantes de todo el mundo.

Los abuelos Elpidio y  Vidal hacían vino en los lagares familiares y lo guardaban en las bodegas subterráneas del cerro de San Jorge. Y anteriormente lo hicieron sus abuelos y bisabuelos. Ismael y su familia también conocimos esta laboriosa forma de hacer vino, que se vendía siempre a granel.

Pero un buen día Ismael, que trabajó una temporada como transportista y le encargaban en otras ciudades botellas de vino para regalar, pensó… “¿y por qué no puede ser el mío?”. La familia tenía viñas, conservaba una preciosa bodega subterránea histórica… así que decidimos embarcarnos en esta aventura empresarial.

Los comienzos no fueron fáciles. A finales de los 70 en la Ribera del Duero no había apenas bodegas elaboradoras. Y se había arrancado mucho viñedo. Así que hubo que trabajar mucho y luchar por poner el vino en el mercado.

Afortunadamente empezó a surgir un cierto interés por crear una denominación de origen en esta región vitivinícola. La Administración contó con los pocos viticultores que ya estaban embotellando, entre ellos nosotros, y en 1982 era ya una realidad.

Paralelamente acondicionamos la bodega subterránea del siglo XVI que teníamos en el cerro de San Jorge para guardar las barricas donde harían la primera crianza de ValSotillo.  Lo veíamos muy claro. Eran unas galerías con las condiciones ideales,  una temperatura constante de entre 11 y 12 grados y sin filtraciones de agua.   Con arcos de piedra y de dimensiones tan impresionantes que se empezó a enseñar a los aficionados que se acercaban a Bodegas Ismael Arroyo.

40 años después recibimos a diario visitantes  tanto de España como del extranjero, llegando a venir en 2018  personas de 30 países distintos de los cinco continentes.

La bodega sigue siendo sobre todo familiar. Con una producción de unas 250.000 botellas, elaboramos rosado, tinto joven , tinto con barrica, crianza, reserva y gran reserva.

Nuestra filosofía es una elaboración lo más tradicional y natural posible, que empieza siempre en la viña. Los viñedos  están en pequeñas parcelas, variedad Tinta del País, (autóctona), cepas en vaso, ubicadas en laderas, sin riego, sin fertilizantes ni productos químicos, ni herbicidas. Una buena poda y el control de la producción eliminando racimos permite que las uvas maduren sin problemas.  La  vendimia se realiza  siempre a mano,  seleccionando los racimos en la viña.

En la elaboración, no utilizamos levaduras artificiales, porque la fermentación alcohólica arranca todos los años de manera espontánea y sin dificultades, ya que las levaduras naturales no se han eliminado al no utilizar ningún producto químico.

La crianza se realiza en barricas de roble francés y americano en la bodega subterránea a baja temperatura, lo que permite reducir al mínimo el uso de sulfitos.

Actualmente nuestro mercado es un 40% de las ventas  en nacional  y  también exportamos  el 60% de nuestra producción a muchos países de Europa, Asia y América, y también ha llegado nuestro vino a Australia.

Estamos orgullosos de lo que hemos conseguido en estos 40 años, un largo camino con sus mejores y peores momentos, pero el balance es positivo y el futuro se presenta optimista, porque una tercera generación está empezando a trabajar en la bodega.

A los viticultores que nos venden la uva, a nuestros distribuidores en España y el extranjero, comerciales,  empleados fijos y temporales, diseñadores, periodistas, a nuestros numerosos visitantes,  a nuestras familias que siempre apoyan; a todos los que hacen posible que ValSotillo siga ahí… ¡Feliz 40 aniversario!

Los enoturistas extranjeros superan por primera vez a los nacionales en ValSotillo

  • Los viajeros de Estados Unidos lideran las visitas internacionales
                       Universitarios de Michigan (EEUU)

Las visitas de enoturistas extranjeros a Bodegas Ismael Arroyo-ValSotillo han aumentado en 2018 hasta el punto de que, por primera vez, han superado a las nacionales.

Alrededor de 2.000 visitantes de hasta 32 países distintos llegaron a Valsotillo, de los cuales 1.400 proceden de Estados Unidos. La cifra de enoturistas americanos ha aumentado considerablemente sobre todo desde el año 2015, según los datos recogidos durante más de una década por Marisa Arroyo.

                                      Enoturistas de Boston (EEUU)

Los restantes enoturistas extranjeros  proceden de un listado de 31 países, México, Portugal, Suiza, China, Puerto Rico, Bélgica, República Dominicana, Rusia, Canadá,  Alemania, UK,  Francia, Australia, Panamá, Argentina, Dinamarca, Filipinas, Holanda, Ecuador, Colombia, Rumanía, Israel. Italia, Japón, Suecia, Turquía, Corea, Perú, Taiwán, Brasil.  Son siete países más que en 2018.  En 2010 los visitantes llegaron de 12 países y en 2014 de 25.

 

La mayoría de los enoturistas  internacionales  acuden a través de  agencias de enoturismo, aunque también contactan directamente por correo electrónico, atraídos por los buenos comentarios que encuentran en internet sobre la bodega.   Otros la visitan porque  han probado ValSotillo en su país de origen.   Asimismo ha habido casos  que se han decidido a venir tras leer el artículo de Jada Juan en el New  York Times calificando a ValSotillo como su bodega “favorita”.

                        Visita de Manila (Filipinas) y EEUU


Una de las cosas que más atrae a los extranjeros
, sobre todo a americanos, a Bodegas Ismael Arroyo-ValSotillo es su historia y patrimonio vitivinícola medieval.  Es decir, los 400 años de historia del vino y tradición que pueden “vivir” de primera mano a través de las explicaciones de Miguel Ángel o Ramón Arroyo Callejo, descendientes en línea directa de familias productoras de vino en Sotillo de la Ribera desde al menos el siglo XVII.

                        Bodega subterranea siglo XVI – 400 años de historia

También porque viven una auténtica inmersión histórica a través del recorrido por  la espectacular bodega excavada a mano en la roca del cerro de San Jorge, a la cual se accede desde la pequeña puerta de entrada original, bajando 16 escaleras, y  que impresiona por las  dimensiones y  belleza de sus naves, habiéndose  conservado exactamente igual que hace 400 años.

La visita en ValSotillo se completa mostrando a los visitantes  documentos de 1670, 1787, 1902 o 1948, que les permite hacerse una idea de la importancia que tenía Sotillo de la Ribera como mínimo desde el siglo XVII como municipio productor  y abastecedor de vino.  Todo ello hace que esta visita enoturística  en la DO Ribera del Duero sea única y excepcional, ya que les permite conocer con todo detalle los orígenes de esta región vitivinícola y la importancia del vino desde la Edad Media.

                           Visita de EEUU y República Dominicana

Los visitantes españoles, con amigos o en familia

Los visitantes nacionales (1.800 en 2018) también valoran este contacto con la historia y la impresionante bodega. Suelen ser grupos de amigos o familias con niños, habiendo detectado en nuestra bodega un importante incremento de este turismo familiar

Los más pequeños disfrutan con el paseo de casi un kilómetro a través de las galerías excavadas en roca y después en la cata con los manteles y juegos que pone a nuestra disposición la Ruta del Vino Ribera del Duero, a la cual estamos adheridos como bodega. Asimismo, en vendimias se les ofrece otros alicientes, como degustar el mosto o probar las uvas.

                     Somos pioneros en enoturismo familiar y con amigos

Lo que ha llamado la atención en 2018 ha sido una mayor desestacionalización del enoturismo. Aunque el otoño (de septiembre a noviembre, ambos incluidos)  y la primavera (de abril a junio), son  las épocas preferidas por los turistas del vino para viajar, este año hemos registrado visitas hasta en la última semana de 2018,  y la primera de 2019, en plenas fiestas navideñas. 

                        

LA VENDIMIA. ¿Cómo lo hacemos en Bodegas Ismael Arroyo-ValSotillo?

Uno de los momentos más intensos en la bodega es la vendimia. Las dos primeras semanas de octubre son las fechas más habituales de recogida de la uva en la Ribera del Duero.

La vendimia es el final de todo un año de trabajo en las viñas.  Septiembre es un mes decisivo en Ribera del Duero para la maduración de la uva.

En ValSotillo empezamos a finales de agosto a comprobar la carga de las cepas y a eliminar racimos para dejar una producción entre 5.000 y 6.000 kilos por hectárea favoreciendo una maduración más homogénea.

A medida que avanzan las semanas vigilamos el estado de la uva, su color, el nivel de azúcar, las semillas… Y estamos atentos a las analíticas que nos llegan de nuestro laboratorio o desde el Consejo Regulador de la DO. Todos estos parámetros influyen en la decisión de la fecha de inicio.

En nuestra bodega se vendimia a mano, con trabajadores temporeros. La selección de los racimos se hace en el campo. 
Cuando la uva llega a la bodega en cajas o remolques, un veedor de la DO controla también su estado.

Tras el pesado se echa en la tolva y después de pasar por la despalilladora se van llenando los distintos depósitos.

Todo este proceso, desde la recepción de la uva hasta el final de la maloláctica, puede suponer unos dos meses:  mucho más intensos las primeras semanas, cuando se simultanea en la bodega la recepción de la uva con la elaboración del vino; más relajados a medida que pasan las semanas. 

La fermentación alcohólica, que transforma el azúcar en alcohol, comienza de forma espontánea en los depósitos, con la acción de las levaduras autóctonas que tiene la propia piel de la uva. En ValSotillo no añadimos levaduras comerciales.

Durante este proceso se remontan varias veces los depósitos, procurando mojar la capa de pieles que se queda en la parte superior con el vino, para extraer color, aromas, taninos…

El aire se impregna primero del aroma dulzón del mosto, y luego del más intenso de la fermentación. Cuando ésta termina se realiza el “descubado” o extracción de los restos de uvas y pieles que se someterán a un suave prensado.

El vino inicia entonces en los depósitos una segunda fermentación, la maloláctica, que transforma el ácido málico en láctico.

Esta es una época también muy atractiva para los amantes del vino.

Junto con la Ruta del Vino Ribera del Duero, ofrecemos actividades especiales, como cata de uvas, degustaciones de mosto recién extraído, y a los niños les repartimos  manteles para pintar, favoreciendo también un enoturismo más familiar.

A finales de noviembre las viñas, que han estado exhibiendo sus magníficos colores de otoño, pierden ya las hojas y se puede empezar a podar. Comienza entonces un nuevo ciclo en el campo.

 

 

ValSotillo… “mi favorita”

A principios de 2018 el prestigioso periódico The New York Times publicaba en su sección de viajes la lista de los 52 lugares del mundo para visitar en 2018, según los criterios de uno de sus periodistas, Andrew Ferren: “52 Places to GO in 2018”. Entre ellos figuraban dos destinos españoles: Ribera del Duero y Sevilla.

Este ranking es uno de los esperados por el sector turístico y siempre provoca curiosidad.

Unos meses después otra reportera viajera del mismo periódico, Jada Yuan, ha decidido realizar una ruta por estos dos lugares recomendados y ofrecer sus impresiones de esta experiencia.

Para la ruta de enoturismo ha elegido a una agencia, Turismo del Vino, con la que trabajamos desde hace tiempo. Y al parecer la experiencia en ValSotillo no ha defraudado a Jada Yuan, que ha calificado a nuestra bodega como su favorita dentro de las que visitaron.

Nuestra última parada, ValSotillo, fue mi favorita. Los dos hermanos que dirigen la bodega hacen su vino en unas cuevas del siglo XVI excavadas a mano. Y su Gran Reserva era tan memorable que al día siguiente hice un rodeo de una hora para comprar una botella al increíble precio de 42 euros”, dice Jada.

El reportaje detalla sobre todo impresiones y vivencias en su recorrido. Y eso es lo que intentamos ofrecer desde ValSotillo: nuestras vivencias, las de nuestros antepasados, nuestra historia y la de la vid y el vino como modo de vida de un pueblo. Experiencias.

Este es el reportaje completo de Jada Juan en Ribera del Duero y Sevilla:

https://www.nytimes.com/2018/08/07/travel/spain-seville-ribera-del-duero-wine-tapas-dancing.html?hp&action=click&pgtype=Homepage&clickSource=story-heading&module=second-column-region&region=top-news&WT.nav=top-news

El Mejor Espacio Enoturístico

Entrada a la bodega subterránea

Este año Bodegas Ismael Arroyo-ValSotillo opta a los Premios de Enoturismo de Rutas de Vino en la categoría de Mejor Espacio Enoturístico con una de nuestras joyas: la bodega subterránea del siglo XVI, calificada por muchos como auténtica “catedral del vino”.

Acudimos como candidatos de la Ruta del Vino Ribera del Duero, de la cual formamos parte desde hace años como bodega asociada.

Más de 3.000 personas nos visitan cada año, atraídos por este espacio único y singular que descubre numerosas curiosidades de la tradición vitivinícola en la Ribera del Duero, sobre todo de los siglos XVII y XVIII.

La mitad de los enoturistas son extranjeros y proceden de casi una treintena de países. Para ellos es de sumo interés conocer de primera mano estas historias y anécdotas de los antepasados de la familia de Ismael Arroyo y de Sotillo de la Ribera, que documentalmente destaca como un pueblo con un pasado muy interesante en la elaboración y venta de vino.

Excavada a mano en el cerro de San Jorge

La bodega está excavada a mano en el cerro de San Jorge, una colina a cuyos pies se arremolinan las casas de Sotillo de la Ribera. Este cerro está completamente horadado con alrededor de 100 bodegas subterráneas, como si fuera un enorme queso gruyere.

Cerro de San Jorge a principios del siglo XX
El cerro de San Jorge con las bodegas y lagares de Sotillo de la Ribera, en una imagen de principios del siglo XX

Éstas fueron construidas probablemente en los siglos XV, XVI y XVII en tres niveles, y muy juntas unas a otras, de manera que cuando se pasea por los niveles más altos se ven las zarceras o ventilaciones de las bodegas que están debajo. Y a los pies del cerro, los lagares donde se elaboraba el vino.

Crianza de los vinos
las condiciones de la bodega subterránea histórica son ideales para la crianza de vinos de larga guarda con DO Ribera del Duero

Nuestra bodega está en el último nivel y es un espacio único y singular porque tiene una longitud muy inusual en este tipo de edificaciones: 800 metros de galerías y túneles excavados que entonces albergaban grandes cubas de vino.

Otra de sus peculiaridades es la preciosa entrada, pues los primeros 30 metros fueron recubiertos con una bóveda y varios arcos de piedra labrada, otorgándole una prestancia propia de edificaciones nobles.

En el interior, paso a paso, se van descubriendo curiosidades y secretos… como el tamaño y capacidad de las cubas que usaban hace 400 años, concursos y diplomas que avalaban en distintas épocas la calidad del vino, las marcas de los picos de los antepasados en la roca, la baja temperatura (11-12º todo el año) que nos permite hacer la crianza de los vinos en unas condiciones excelentes para una larga guarda… y la profundidad de las galerías (32 metros), que únicamente se descubre cuando los visitantes buscan a través de las zarceras la luz del exterior.

No hay filtraciones de agua, es una bodega excepcional para la crianza; por ello reposan ahí las diferentes añadas de ValSotillo en barricas de roble francés y americano, que nos acompañan durante todo el recorrido. Y las botellas donde terminan de redondear los gran reserva y los Reserva VS (viñedos seleccionados) de añadas excelentes, elaborados exclusivamente con las uvas de las viñas más viejas (80,90 o 100 años).

Los diezmos

Diezmos de 1787La bodega histórica se conectó en 1992 con un túnel nuevo de otros 200 metros de longitud que nos conduce hasta la sala de catas, donde los visitantes conocen aún más curiosidades sobre la tradición vitivinícola de Sotillo: como el pago de los diezmos que los 200 productores que había en la localidad en 1787 se veían obligados a entregar, en uva, a la Villa, el Obispo, El Cabildo, el Curato, el Beneficio o el Préstamo.

Un total de 160.000 litros en diezmos, lo que supone 1.600.000 litros de producción en este pequeño pueblo de la Ribera del Duero… aquel año, porque el récord de cosecha parece que está fijado en el año 1600, con 3 millones de kilos de uva.

Diezmos de 1787

¿Qué hacían con tanto vino? Pues lógicamente venderlo. A lugares donde no tenían viñedos, a ciudades como Burgos, donde abundaban las posadas y mesones al ser un sitio de paso del fuerte mercado de lana que se exportaba a Flandes. A Madrid, sobre todo a raíz de la instalación en esta ciudad de los reyes….

Pocos saben que para vender el vino era obligatorio obtener un documento con el sello de Sotillo. Un sistema de control del origen del producto, que podría considerarse un antecedente de la actual denominación de origen Ribera del Duero.

Pero es difícil transmitir en palabras toda la belleza e importancia de este espectacular espacio enoturístico. Por ello animamos a conocerlo. En la web están nuestros datos de contacto e información básica sobre las visitas guiadas. La familia de Ismael Arroyo estará encantada de recibiros a todos.

Ismael Arroyo, Premio Envero de Honor 2018

El 4 de mayo el Ayuntamiento de Aranda de Duero, en junta de gobierno local, acordó por unanimidad conceder a Ismael Arroyo el Premio Envero de Honor 2018 in memoriam. Y el 21 de junio tuvo lugar la entrega del galardón en el transcurso de una gala en la cual también se otorgaron los premios a los vinos ganadores de este certamen.

Fue una velada muy emotiva. Todos los hijos de Ismael, Miguel Ángel, Concepción, Ramón, Marisa y Pilar, acudimos al evento, que tuvo lugar en un bonito marco: la casa palacio de los Berdugo, en Aranda de Duero. Un edificio del siglo XV con unos bellos jardines.

Los Premios Envero, además de ser una cata popular donde 1000 personas eligen prueban y califican a los vinos que se presentan al concurso, suelen premiar todos los años a una figura del vino, generalmente bodegueros que hayan destacado por su trayectoria profesional.

Los Premios Envero se entregaron en el transcurso de una gala en el Palacio de los Berdugo de Aranda de Duero. Foto: Laboratorio Mágico

En el caso de Ismael, el Ayuntamiento de Aranda, a través de su concejala de Promoción, Desarrollo, Turismo e Innovación, Celia Bombín, destacó su apuesta por el vino de la tierra, recordando que con su trabajo ha contribuido durante cuatro décadas al prestigio de la Ribera del Duero: “Hijo y nieto de viticultores, fundó en 1979 una bodega emblemática que ha sabido hermanar tradición e innovación, respeto por el patrimonio y visión de futuro”.

la concejala, Celia Bombín, y la alcaldesa de Aranda, Raquel González. Foto: Laboratorio Mágico

De los vinos ValSotillo dijo que son “peculiares, intensos, afrutados, de color profundo y largo envejecimiento, santo y seña de nuestra comarca”. Y por último, no olvidaron resaltar que Ismael fue uno de los fundadores de la DO Ribera del Duero.

Al evento acudieron unas 100 personas: representantes de distintas administraciones, del Ayuntamiento arandino, de las asociaciones empresariales, de la Ruta del Vino Ribera del Duero y del Consejo Regulador de la DO, así como bodegueros de la Ribera del Duero, presidentes de mesa del concurso, sumilleres…

Los invitados pudieron disfrutar un emotivo video con imágenes y declaraciones de Ismael en distintos momentos de su vida (ver a continuación).

A continuación los hijos de Ismael subimos a recoger el premio. En el discurso destacamos sobre todo el carácter emprendedor de Ismael, pues siendo aún muy joven compró el primer tractor y la primera cosechadora que hubo en Sotillo de la Ribera y posteriormente decidió crear una bodega embotelladora en 1979, cuando en la comarca se apostaba más por el cereal que por la viña.: También nos llena de orgullo que formara parte del pequeño grupo de fundadores de la DO Ribera del Duero. Y que fuera pionero en el enoturismo, pues en los años 80 recibíamos ya las primeras visitas a nuestra bodega subterránea del siglo XVI. Nuestra ilusión es que nuevas generaciones continúen con el legado que ha dejado nuestro padre.

Recogiendo el Premio Envero de Honor 2018  entregado in memoriam a Ismael Arroyo.
Recogiendo el Premio Envero de Honor 2018 entregado in memoriam a Ismael Arroyo. Foto: Laboratorio Mágico

Por último, brindamos con un ValSotillo Crianza 2015 por este premio, que nos hubiera gustado que disfrutara también Ismael. Pero nos dejó inesperadamente en marzo. En 2019 Bodegas Ismael Arroyo-ValSotillo celebra su 40 cumpleaños. También aprovecharemos para recordar al padre y abuelo, al viticultor, visionario y emprendedor.

Agradecemos al Ayuntamiento de Aranda este afectuoso homenaje que ha hecho a Ismael Arroyo.

Ismael Arroyo, “padre” de la DO Ribera del Duero

El pasado 24 de marzo fallecía, a los 88 años de edad, Ismael Arroyo, fundador de Bodegas Ismael Arroyo – ValSotillo, padre y abuelo de las dos generaciones que están actualmente trabajando y haciéndose cargo del negocio.

En septiembre de 1979 Ismael Arroyo veía cumplido su sueño. Acababa de poner en marcha con dos de sus cinco hijos, Miguel Ángel y Ramón, un proyecto que tenía en mente desde hacía tiempo: una bodega elaboradora de vino. Tenía 50 años. Junto a él estuvo siempre su mujer, María Luisa Callejo, apoyando e incluso ayudando en lo que hiciera falta en estos siempre difíciles inicios de un negocio.

Ismael era hijo, nieto y bisnieto de viticultores. Con su padre, Elpidio Arroyo, y su abuelo, Hipólito, había estado desde pequeño trabajando en las viñas, los lagares y la bodega subterránea. Elpidio ganó un concurso en 1948; el diploma lo conserva aún la familia.

Diploma de vino 1948

En los años 70 la mayoría de los viticultores de la zona elaboraban el vino en la cooperativa de Sotillo de la Ribera. Se vendía a granel, a precios bajos. En toda la región de la Ribera del Duero muchas viñas habían sido arrancadas, por la fuerte emigración de los jóvenes a la ciudad.

Ismael Arroyo en su bodega subterránea del siglo XVI

Ismael, que siempre había destacado en el pueblo por ser un hombre inquieto, trabajador e innovador -compró la primera cosechadora y el primer tractor de gasolina que se vieron en su pueblo, Sotillo de la Ribera-, empezó a pensar en dar un paso adelante para poner en valor al vino.

Él había observado en sus viajes a otras ciudades que cada vez era más habitual ver vino embotellado en las mesas de los restaurantes. Y se planteó elaborar y embotellar su propio vino. Un proyecto que hizo realidad en 1979, con la primera añada. Sus vinos saldrían al mercado con las marcas Mesoneros de Castilla y ValSotillo.

Fundación de la DO Ribera

Ismael con importador de Corea

Con su iniciativa, Ismael se convertiría en uno de los primeros viticultores que elaboraba y embotellaba su vino en la Ribera del Duero. Un hombre pionero en una época y en una comarca en la que apenas se valoraba el potencial vitivinícola.

También ha sido uno de los fundadores de la DO Ribera del Duero. Pues mientras luchaba por sacar adelante su negocio, se puso a trabajar codo a codo con técnicos, políticos y otros viticultores en la consecución de una denominación de origen para esta zona vitivinícola que contaba con una antigua tradición vitivinícola, pues hay numerosas referencias históricas sobre normativas y comercio del vino en por lo menos una veintena de localidades de la Ribera del Duero.

Ismael estaba convencido de que esta región tenía un gran potencial. Y que se merecía tener una DO, como en otras regiones de España. Ello supondría el respaldo definitivo para los vinos que se estaban elaborando ya en cooperativas y en las incipientes bodegas familiares.

Fueron años de muchas reuniones, gestiones, viajes… Hasta que se logró la aprobación de la DO Ribera del Duero en 1982. Y Bodegas Ismael Arroyo aparece entre las 6 bodegas particulares fundadoras. Creando historia.

Porque esos primeros pasos han sido los cimientos de una región que hoy cuenta con más de 300 bodegas elaboradoras de distinto tamaño y una proyección internacional. Además de proporcionar a la Ribera del Duero un desarrollo económico que pocos podían imaginar en los años 70.

La bodega crece

En 1982 Ismael y sus hijos edificaron una nave con depósitos propios y una embotelladora junto al barrio de los lagares de Sotillo de la Ribera y en el cerro de San Jorge, donde se encuentran excavadas desde los siglos XVI y SXVII todas las bodegas subterráneas del municipio. La idea era utilizar la de Concejo, propiedad de la familia, para realizar la crianza de los vinos.

Es una bodega impresionante, 400 metros de longitud, una profundidad de 30 metros en algunos puntos, temperatura constante 11-12 º C y ausencia de filtraciones de agua. En la entrada, una preciosa galería de arcos de piedra. El lugar perfecto para hacer la crianza. En 1992 la ampliaron con un túnel de 200 metros, que les facilitaba la entrada y salida de barricas y aumentar su número.

Ismael con sus hijos

Al negocio se incorporó entonces, y una vez finalizados sus estudios de enología, una hija de Ismael, Marisa.
Ya en los años 80 en Bodegas Ismael Arroyo recibieron a los primeros importadores americanos, interesados en probar y empezar a introducir en su mercado unos vinos peculiares, intensos, con mucha fruta y cuerpo, color profundo y gran potencial de envejecimiento en barrica.

Ismael con enoturistas

Y un poco más tarde empezamos a recibir a los primeros turistas del vino, atraídos por la belleza y singularidad de la bodega subterránea, y por la historia y tradición que destilaba el proyecto vitivinícola de Ismael Arroyo.
Hoy en día se reciben unas 3.000 visitas, la mitad de ellos extranjeros procedentes de 25 países de todo el mundo. La bodega forma además parte del proyecto Ruta del Vino Ribera del Duero.

Recibiendo un Gran Zarcillo de Oro

Actualmente, y tal como deseaba Ismael, una tercera generación está tomando el relevo, con la incorporación de Susana, hija de Ramón.

Ismael con su nieta Susana

El mejor homenaje que se le puede hacer a Ismael Arroyo, hombre tranquilo y sencillo, pionero, emprendedor, es mantener su maravilloso legado.

ValSotillo VS 2011, elegido entre los Best of Spain Top 100 de Prowein 2018

El vino ValSotillo VS Reserva 2011 de Bodegas Ismael Arroyo, en Sotillo de la Ribera, (Burgos), ha sido elegido como uno de los mejores 100 vinos del concurso Best of Spain Top 100 en Prowein 2018.
Organizado por el ICEX con la colaboración de la editorial Meninger, una de las más prestigiosas del sector en Alemania, se seleccionaron 100 vinos de diferentes precios y categorías de un total de 350 presentados al certamen.
Los Top 100 Best of Spain serán expuestos en una zona de cata libre instalada dentro del Pabellón Oficial del ICEX, en la Feria Internacional de Vinos y Bebidas Alcohólicas Prowein, que se celebra este año del 18 al 20 de marzo en Düsseldorf (Alemania).

Esta zona contará con un equipo de sumilleres profesionales que atenderán y asesorarán a los visitantes y clientes y estará supervisada por el presidente de la Unión de Sumilleres y experto en vinos españoles Peer Holm, que impartirá catas y seminarios a lo largo de los tres días de duración de la feria.

Los asistentes al certamen dispondrán de una ficha con información de cada uno de los vinos seleccionados y un cuaderno de cata para realizar sus anotaciones. Los Best of Spain serán además protagonistas de distintos artículos y reportajes en cuatro revistas especializadas: Weinwirtschaft, Der Sommelier, FIZZ y Wine Business International.

Prowein es una de las principales ferias de vinos del mundo, que atrae cada año a miles de profesionales del sector. La edición de 2017 reunió a 6.500 expositores de 60 países y recibió 58.500 visitantes procedentes de 130 países.
Bodegas Ismael Arroyo exporta el 65% de su producción , siendo Alemania su principal mercado internacional.

 

ValSotillo Gran Reserva 1985, en la cata histórica de riberas en Madrid Fusión

Una de las añadas históricas de Bodegas Ismael Arroyo, ValSotillo Gran Reserva 1985, participa mañana martes 24 de enero en la cata “El Origen de una Idea” con la que la DO Ribera del Duero brindará por el 15º aniversario de Madrid Fusión.

Este vino obtuvo un Zarcillo de Oro en el año 1991 y fue una de las mejores cosechas en los primeros años de la Denominación de Origen. También ocupó el primer puesto en la I Muestra de Vinos de la Ribera del Duero que organizó la Diputación de Burgos en el año 1990.

ValSotillo GR 1985 estará junto a otros 11 vinos históricos y representativos del nacimiento de esta DO, en una cata presentada por los sumilleres Guillermo Cruz, del restaurante Mugaritz, y Silvia García Guijarro, de Kabuki. La cata será un homenaje a Madrid Fusión, evento gastronómico de prestigio nacional e internacional, que acaba de cumplir 15 años.